Base Logística del Ejército | Alta tecnología, la punta de lanza de la ‘smart city’ militar del futuro

La previsión es que las instalaciones, que ya tiene 350 millones de euros para arrancar, puedan empezar a funcionar a finales de 2027. Se estructurarán en torno a ocho parcelas: seis logísticas, una de centro de mando y otra de vida con la zona residencial. La Base Logística contará con 30 edificios que a su vez se repartirán en cinco áreas según su función: almacenamiento y distribución, reparación y mantenimiento; calibración y análisis; operaciones y comunicaciones; y servicios.

La infraestructura supondrá un revulsivo a nivel económico para Córdoba: generará alrededor de 1.600 puestos de trabajo directos y el Ministerio de Defensa calcula que unas 1.400 empresas serán proveedoras de la Base.

En concreto, el concierto marco entre la Junta de Andalucía y el Ministerio de Defensa (el rubricado con el Ayuntamiento de Córdoba se circunscribe a las labores de preparación del complejo) define las actuaciones que se ejecutarán, así como su estimación económica; la idea pasa por integrar infraestructura, tecnologías y sistemas de comunicaciones.

Los potentes proyectos tecnológicos para la Base se han divido, a priori, en dos escenarios: los que se pondrán en marcha progresivamente cuando las instalaciones echen a andar y los que se han integrado en un marco de investigación con un plazo de desarrollo de seis a nueve años.

Así, entre los primeros que ejecutará el Gobierno, el Almacén Principal (37,9 millones), su automatización integral (32.000.000) y los proyectos de eficiencia energética de todas las infraestructuras de la Base (31,4 millones) son los que monopolizan una gran parte de la inversión.

Almacén Principal: edificio y automatización

El Almacén Principal se configura, junto al Taller, como ejes centrales de las operaciones y contará con un sistema tecnológico de última generación. Tendrá una superficie de 42.500 metros cuadrados, con una zona convencional, otra automatizada y una más con una temperatura regulada donde se trabaje con mercancía peligrosa.

Según consta en el convenio, «permitirá la recepción, el almacenamiento, la expedición y la gestión de todos aquellos artículos que se distribuirán de acuerdo a las necesidades internas de la Base Logística o externas de unidades del Ejército de Tierra».

El faraónico edificio constará, entre otros departamentos, de áreas de almacenamiento a distintas temperaturas, zonas para mercancías peligrosas (Mercapel), almacén cripto y de armaento, y espacios para fungibles, entre otras.

Las mayores partidas irán al Almacén (37,9 millones), su automatización (32) y los proyectos de eficiencia energética (31,4 millones)

Este recinto estará completamente robotizado. Como muestra, un botón: entre los requisitos de esta infraestructura, se especifica que el suelo del almacén «deberá permitir la instalación del sistema de transporte automático asociado a la automatización de diversos flujos de material», como la zona de tránsito de AMR (Autonomous Mobile Robots), que no es otra cosa que el pasillo central que se ubicará entre el área de clasificación y la entrada al área de almacenamiento convencional/almacén automático.

En este sentido, el proyecto de automatización del complejo, que requerirá una inversión de unos 32 millones de euros, «permitirá un control centralizado de la actividad logística en tiempo real (evolución de las carga de trabajo, grado de utilización de los diferentes recursos, posición de los materiales…) pudiendo establecer actuaciones que se anticipen a la aparición de posibles problemas en el cumplimiento de las operaciones del Almacén», recoge el convenio.

Para ello, será requisto imprescindible adquirir un Sistema de Gestión de Almacén (SGA, esto es es el software que automatizará los procesos y la actividad diaria del complejo en cada una de las etapas logísticas llevadas a cabo, desde la recepción de mercancías hasta el almacenamiento, la preparación y el envío de pedidos.

La segunda actuación a la que Defensa destinará gran parte del presupuesto de la Base (31,7 millones) serán los proyectos de eficiencia energética, que aspiran, como meta más ambiciosa, hacer de la BLET «una isla energética», según reconocen los entes implicados.

Para lograr este objetivo es imprescindible, de nuevo, la tecnología, según consta en el convenio: implantar los preceptivos sistemas de gestión y aprovechamiento energético. De hecho, la BLET nace «con la vocación de convertirse en pionera en el uso de tecnologías innovadoras para el uso de energías limpias y renovables».

En este sentido, el documento apunta a las tecnologías del hidrógeno, si bien reconoce que no son una solución económicamente rentable, pero que se pueden tener en cuenta en la concepción de las nuevas infraestructuras de la Base ‘General del Ejército Javier Valera' «para su implantación progresiva, que permitirá en un futuro instalar una gasolinera-hidrogenera o el apoyo de emergencia en la generación de energía eléctrica mediante grupos electrógenos.

A ello se suma el control domótico de las instalaciones, la implantación de huertos solares de paneles fotovoltaicos, y geotermia y/ aerotermia.

Sistema de gestión del Taller

El desarrollo de este proyecto requerirá la digitalización de operaciones productivas, la integración de tecnologías de realidad aumentada y realidad virtual en la ejecución de las actividades de mantenimiento y que sea un elemento vertebrador en los análisis de mantenimiento predictivo ( en los que se emplean sensores para para obtener información del funcionamiento de los componentes de un sistema) y en la gestión de órdenes de fabricación aditiva (con la que, entre otras cosas, es posible la fabricación de piezas a demanda).

Este sistema permitirá gestionar el funcionamiento del taller de una manera ágil, «con conocimiento en tiempo real de la actividad, con una previsión a corto, medio y largo plazo de las necesidades de reparación y capacidades disponibles».

Sistema de Gestión de la Base

El diseño de la Base Logística se ha realizado bajo el concepto ‘smart city', apostando por un uso intensivo de la tecnología 4.0 y las comunicaciones.

En este sentido, todos los sistemas de información integrados en la Base Logística facilitarán datos operativos al Sistema de Gestión de Base que permita el empleo de la inteligencia artificial en los procesos de toma de decisiones, e implementar analítica avanzada del dato que apoyará iniciativas de mejora continua con impacto sobre la calidad de vida de las personas.

Así, como actuaciones concretas en este ámbito, se desarrollará un método de control del tráfico interno;se implantará un sistema digitalizado de gestión de personal y mecanismos de control ambiental: todos ellos gestionados por un Centro de Coordinación y Control integral, que dispondrá de sistemas físicos (pantallas, servidores…) y de una lógica de cálculo (software). El importe total del proyecto asciende a 4,4 millones de euros.

Dentro de las infraestructuras diseñadas para la Base Logística del ET (BLET), una parte importante es la organización y despliegue de los Sistemas de Información y Comunicaciones (CIS), que además de asegurar el acceso a diversas redes de servicios de datos, «debe estar preparado para soportar todo el equipamiento tecnológico que se despliegue en la misma y que pueda necesitar una infraestructura CIS para sus comunicaciones», reza el convenio.

La BLET tendrá sistemas basados en la robótica, inteligencia artificial, impresión en 3D, realidad virtual y aumentada

En este apartado, que requiere un montante aproximado de 7 millones de euros, se incluyen las partidas para electrónica de red, telefonía IP, equipos de impresoras y fotocopiadoras, una red de área de almacenamiento, robot de cintas, una granja de servidores de la red de Propósito General, y nodos de las redes Reservado Nacional y NATO Secret, entre otras.

Bancos de Pruebas y trazabilidad

El convenio contempla, igualmente, actuaciones para llevar a cabo la trazabilidad digital de los activos de la BLET, con el despliegue de un sistema de control del software para la gestión del inventario, control y configuración del software de todos los materiales y simuladores en servicio del Ejército de Tierra.

A ello se suma la implantación de sistemas de identificación de artículos críticos (como armamento) y deotros para la identificación de componentes.

Por otro lado, la macroinfraestructura contará con instalaciones tecnológicas específicas que permitan simular y monitorizar el comportamiento de los equipos a comprobar en condiciones controladas. Para ello, se diseñarán y desplegarán en la Base Logística unos Bancos de Pruebas que aplicarán, de nuevo, equipos informáticos, software de detección y predicción basado en algoritmos de Inteligencia Artificial.

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