La realidad virtual se ha convertido en una herramienta valiosa para el tratamiento de fobias, rehabilitación de agresores y reducción de actitudes racistas, según una investigación realizada por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
El estudio, dirigido por Pierre Bourdin, coordinador del laboratorio XR Lab de tecnologías inmersivas de realidad virtual, realidad aumentada y realidad mixta, y Sofía Seinfeld, profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación, ha explorado cómo la realidad virtual puede ayudar a las personas a manejar sus emociones, enfrentar cuestiones existenciales y entender las conexiones entre el cuerpo y el cerebro.
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La realidad virtual en terapias de rehabilitación
La realidad virtual ha demostrado ser una herramienta eficaz en terapias de rehabilitación, permitiendo a los agresores experimentar la violencia y las amenazas desde la perspectiva de la víctima. Esta tecnología puede ayudar a fomentar la empatía, un factor a menudo ausente en contextos de violencia de género o maltrato infantil.
Además, la realidad virtual se utiliza en el tratamiento del estrés postraumático y las fobias. La ventaja de esta tecnología es que permite exponer a la persona a la situación que le causa estrés con un control total sobre el entorno. Por ejemplo, si alguien tiene miedo a las arañas, se pueden planificar interacciones con arañas virtuales de intensidad variable, y eliminar todas las arañas de inmediato si la persona se siente demasiado angustiada.
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La realidad virtual y la ilusión de propiedad del avatar
La realidad virtual, que se ha desarrollado a lo largo de muchos años, permite al usuario interactuar y moverse en un entorno virtual, utilizando un cuerpo virtual o avatar. Esta tecnología inmersiva, que incluye gafas de realidad virtual y un sistema de captura de movimiento, puede crear una ilusión de propiedad del avatar, es decir, la sensación de que el cuerpo virtual es el propio cuerpo del usuario.
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El poder de los entornos virtuales va más allá. Durante su tesis, Pierre Bourdin exploró cómo, una vez establecida la conexión con el avatar virtual, se pueden generar experiencias extracorporales, es decir, hacer sentir a la persona que abandona su propio cuerpo. Esta experiencia, que en la vida real solo se logra en situaciones extremadamente traumáticas, ha permitido a los investigadores comenzar a entender cómo funcionan las experiencias extracorporales en el cerebro.
El ‘virtual embodiment' en la rehabilitación motora
El ‘virtual embodiment' también se utiliza cada vez más en la rehabilitación motora. En algunos casos, se utiliza simplemente para proporcionar a los pacientes un entorno más agradable y motivador para realizar sus ejercicios. En otros casos, la realidad virtual se utiliza para estimular el esfuerzo o para simular que el cuerpo se mueve mejor de lo que realmente se mueve, reduciendo así la frustración del paciente.
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Es común en casos de personas que sufren el síndrome del miembro fantasma, personas que han perdido una parte del cuerpo, pero que aún la sienten porque el cerebro todavía tiene una representación corporal de esta. El ‘virtual embodiment' permite que estos pacientes vuelvan a ver ese miembro en un entorno virtual, lo que tiene efectos positivos, por ejemplo, en la reducción del dolor.
“La gran ventaja de la realidad virtual, tanto en investigación como en terapia, es que puedes definir cualquier situación útil para el científico o el terapeuta, desde contextos de estrés hasta dilemas morales o problemas existenciales, y ponerla a prueba, algo imposible de conseguir en la realidad”, concluye Pierre Bourdin.
