Adiós a la brecha tecnológica de género: así se forman las ingenieras y científicas del futuro

Que existe una brecha tecnológica y científica entre hombres y mujeres es innegable. No lo decimos nosotros, lo dicen los datos, y bastan varios de ellos para avalar esta realidad. Según un informe de la Unesco, apenas el 29,3% de los investigadores científicos a nivel mundial son mujeres. En Europa el índice se incrementa hasta el 39,3% y en España un poco más, llegando al 40,2%.

La conclusión sencilla que podríamos sacar es que a las mujeres les interesan menos estas materias que a los hombres, pero la realidad, de nuevo, es tozuda. Una investigación reciente de Microsoft puso cifras a esta situación: lo cierto es que a las mujeres sí les interesan las disciplinas STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics) cuando son niñas, pero pierden el interés en ellas a medida que pasa el tiempo.

 

¿Y a qué puede deberse esta pérdida de interés? “Existe una falta de referentes de mujer en las que las demás puedan reflejarse y descubrir las capacidades y oportunidades que ofrecen las vocaciones STEM y las aportaciones y contribuciones que han realizado las mujeres a lo largo de los años en el ámbito de la tecnología y la ciencia”, nos cuenta Àngels Ucero, directora de Sostenibilidad en Cellnex y directora de la Fundación Cellnex. Microsoft le da la razón: apenas hay referentes femeninos.

 

La ausencia referencial se encuentra “en varios factores”, insiste Ucero, “como los estereotipos y prejuicios sociales, la falta de modelos de conducta femeninos y la falta de entornos laborales favorables”. Por lo tanto, “es básico abordar estos factores y disminuir barreras para promover la equidad e igualdad de género en los campos STEM y animar a más mujeres a estudiar estas carreras”.

Tecnología para empoderar a las niñas

Esa es precisamente la labor que realiza Technovation Girls, una iniciativa que, a nivel global, busca que cada vez haya más mujeres en el campo tecnológico. Y lo consigue ofreciendo formaciones específicas para ellas, así como orientándolas en el camino que pueden elegir e incluso en el acceso al mercado laboral.

 

Esta iniciativa “crea un ecosistema que da un papel relevante a las niñas, a las familias que apoyan a sus hijas, a los centros educativos, bibliotecas que promueven la tecnología entre sus estudiantes y a las empresas que aportan modelos y referentes en materia STEM“, añade Ucero. En definitiva, “aporta un gran valor al fomentar el interés de las niñas y adolescentes por la tecnología y el emprendimiento y promueve la igualdad de género en estas vocaciones”.

El impacto de Technovation Girls habla por sí solo. Según la propia organización, tras cinco años de andadura, el 76% de sus alumnas busca un título STEM (en comparación con el 21% de 2012), el 60% tiene un empleo tecnológico (frente al 29% de 2013) y el 50% está liderando algún tipo de cambio dentro de su propia comunidad.

 

La Fundación Cellnex colabora con Technovation Girls a través de la delegación de Technovation en Cataluña, gestionada por la asociación Ciberespiral. La labor de dicha fundación se articula mediante una mentorización de las alumnas, que reciben ayuda y consejos por parte de once mujeres de la compañía, entre ellas ingenieras de telecomunicaciones, pero también graduadas en Administración y Dirección de Empresas (ADE) e incluso psicólogas.

El trabajo se hace visible en cuatro colegios de los barrios de Poblenou, Sants y Barberá de Vallés, en Barcelona, donde las alumnas participantes, además, deben desarrollar una app y presentar los correspondientes proyectos a través de diferentes equipos. De todos ellos, el mejor compite en la fase internacional de Technovation Girls.

Todo ello, en definitiva, con el objetivo de aumentar la presencia de las mujeres en los campos científicos y tecnológicos. “En el mundo actual, donde la tecnología evoluciona a una velocidad sorprendente y tiene cada vez más peso en la vida cotidiana y como motor de la sociedad, es imprescindible no quedarse atrás y empujar para que esta diversidad se equilibre más rápido. La diversidad es esencial en la tecnología, ya que permite que la tecnología sirva a la humanidad, y no lo contrario” recuerda Àngels Ucero.